miércoles, 9 de noviembre de 2011

INDIFERENCIA HACIA EL AMOR

EL AMOR HACIA EL PROJIMO





 
Hoy, es imperativo en medio de tanto egoísmo en que nos movemos: amar al que está junto, al más cercano, al que está próximo a nosotros, al prójimo. El mundo actual está tan acostumbrado a hacer mal al prójimo, que ya nadie lo advierte; hay acciones, las más simples que ya no se miran como maldad, porque el corazón de este pueblo se ha engrosado y con los oídos oyen pesadamente y han cerrado sus ojos (Mt 13:15); el mal se mira como si fuera bien y todos dicen: "es lo normal"... y será común, pero nunca "normal". Lo normal sería que todos nos amáramos y que nadie hiciera mal al prójimo, pero esta sociedad se ha deshumanizado y el trato suele ser cruel e intolerante.
Como integrantes del género humano, estamos comprometidos a valorar a cualquier otro ser humano, pero como cristianos, nuestra responsabilidad no termina ahí, sino que les somos deudores y estamos obligados a amarlos. No tengo que preguntarle si está de acuerdo, porque nos es impuesta necesidad.
¿Por qué si ya somos cristianos nos cuesta tanto amar? ¿Hasta cuando vamos a entender que sin amor no es posible el cristianismo? ¿Por qué le damos tantas vueltas, si el principio y el término de la vida es simplemente amor? Quizás porque no se ha entendido el concepto en su forma cabal o integral.
Sabemos muy bien que es amarnos a nosotros mismos, pero no los conceptos amor y prójimo, porque de entenderlos, este mundo ya sería cristiano.
El amor, se confunde con la amistad, el afecto, la simpatía, el cariño, el aprecio, el compañerismo, la relación, la afinidad, que serán hermanos pero no son amor. Y la palabra prójimo, o "próximo", tampoco nunca ha sido
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario